ODONTOPEDIATRÍA
Los dientes de leche acompañarán a los niños aproximadamente unos diez años de su vida, de manera que es importante cuidarlos desde que empiezan a salir, para procurar así, una correcta salud bucodental en la infancia. Por ello les ofrecemos algunos consejos para el cuidado de los dientes de leche, para así mantener los dientes sanos.
Lavarse los dientes tres veces al día, una vez después de cada comida principal. Es especialmente importante que nunca se olviden dos cepillados: el de la mañana, después del desayuno, y el de la noche, antes de acostarse. Ir a la cama con los dientes sucios o mal lavados hace que sean demasiadas horas con las bacterias actuando en la boca.
Dejar que el niño vaya participando en la higiene bucal según su edad, y animarlos a lavarse los dientes. Como mínimo, por la noche debe haber control por parte de los padres y repaso con el cepillo, aunque al principio es conveniente hacer una supervisión en cada lavado.
Cuando el niño tenga el control suficiente y sepa escupir bien después del cepillado, usar un colutorio infantil natural o con bajo contenido en flúor. No utilizar colutorio ni pasta dental de adultos, pues contiene una cantidad de flúor excesiva para los pequeños.
Es aconsejable utilizar el hilo dental por las noches, sobre todo entre los molares puesto que es la zona más propensa a la aparición de caries en los niños y el cepillo no llega a limpiar esta zona de forma adecuada. Después de lavarse los dientes, solo se puede beber agua. Cualquier alimento o bebida azucarada que ingieran tras lavarse los dientes echarán a perder la tarea.
Los controles periódicos en el dentista deben comenzar tempranamente, para prevenir así problemas mayores y mejorar de esta manera el desarrollo del niño.
También es importante remarcar que no sirve lavarse los dientes de cualquier manera. Solo el correcto cepillado dental permite eliminar los restos de alimentos y los microorganismos que se adhieren a los dientes, se deben limpiar todas las superficies dentales.
Erupción de los Dientes Temporales o de Leche
La erupción de los dientes temporales tiene su inicio a los 6 meses, se trata de un proceso que se prolonga hasta aproximadamente entre los dos y tres años, momento en el cual el niño ya cuenta con la totalidad de los dientes temporales, también conocidos como dientes de leche, siendo un total de 20 piezas dentales (8 incisivos, 4 caninos y 8 molares).
Aproximadamente a los seis años hace erupción el primer diente permanente, es el primer molar que erupciona detrás de los molares temporales sin que el niño pierda ninguna pieza temporal, por lo cual muchas veces su erupción pasa desapercibida, confundiéndose con otra pieza temporal.
Mediante estas recomendaciones para el cuidado de los dientes de leche podremos evitar o reducir futuros problemas, desde las temidas caries a problemas ortodoncias. La caries dental es un problema sanitario de primera magnitud en la infancia, pero existe la posibilidad de su prevención que se realiza desde edades tempranas, con la colocación de sellantes. La primera evaluación de ortodoncia debe ser a los seis años, de manera que si hay problemas tratarlos mientras el paciente esta creciendo, antes que las deformidades óseas se hagan permanentes y el paciente requiera complejas cirugías en la adultez.
SELLANTES
Existe la creencia popular de que tener caries en los dientes de leche no reviste importancia porque estos acabarán cayendo y serán reemplazados por los definitivos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, Unas piezas temporales en buen estado son fundamentales para que las definitivas salgan correctamente y en el sitio adecuado.
Los dientes de leche comienzan a erupcionar alrededor de los 6 meses, a los 6 años el niño empieza a hacer el recambio y generalmente a los 12 años es cuando se produce la caída de las últimas piezas temporales, aunque cada niño lleva un ritmo diferente. Durante todos estos años, los dientes de leche deben permanecer en buen estado porque son vitales para que el niño pueda masticar y deglutir bien, hablar correctamente y lucir una bonita sonrisa, lo que favorecerá su autoestima.
Los Sellantes Dentales
Los sellantes dentales son materiales que se aplican sobre la superficie del diente, especialmente los molares y premolares, y que al quedar adherido cambia la forma de la pieza dental permitiendo que la limpieza realizada con el cepillo sea más efectiva. Además, este material forma una barrera mecánica que protege a las áreas selladas de la acción de las bacterias que provocan la caries. Los sellantes dentales se deben aplicar en un paciente sano, sin caries, de manera preventiva. Los sellantes se aplicarían en ciertas zonas de los dientes que también tienen un riesgo más elevado de desarrollar una caries, como son los surcos de los molares
Colocación de los Sellantes
1.- El diente debe ser limpiado con escobillas de profilaxis, lavado y secado.
2.- A continuación se aplica un gel grabador del esmalte, esto permitirá que se adhiera el sellante al diente.
3.- Se lava el gel grabador, se seca el diente y se coloca el sellante (con un pincel o una jeringa) cubriendo todos los sucos y fosas de la cara masticatoria del diente.
4.- Se polimeriza la resina con luz de la lámpara por 45 segundos.
5.- El diente quedará sellado, esto impedirá que se junten restos de alimentos y bacterias en los surcos del diente, evitando la formación de caries en esas superficies del diente.
Los sellantes tienen una durabilidad aproximada de dos años, por lo que deben controlarse cada seis meses por el dentista para verificar su estado.
Los sellantes reducen las caries en un 80%, en las superficies masticatorias de los dientes, sin embargo, las caries también se producen en los puntos de contacto entre los dientes, especialmente en los dientes temporales o de leche, en los cuales existen superficies de contacto entre ellos, por lo que mantener una buena higiene bucal y el uso de seda dental es imprescindible para prevenirlas.